En unos tiempos en los que los precios de la luz están por las nubes, calentar tu hogar y aportar confort a tu familia se vuelve más costoso que nunca. Sobre todo ante las olas de frío que venimos sufriendo. Afortunadamente, hay opciones de calefacción más allá de las soluciones eléctricas, tal como pasa con las estufas de gas. Una opción plenamente segura en nuestros días y muy eficaz para disfrutar de agradables sensaciones a un precio razonable.
Nuestras mejores opciones
Por eso nosotros hemos analizado el mercado en búsqueda de las mejores estufa de gas actual. La buena noticia es que tras evaluar diferentes opciones hemos elegido 7 como los más destacados. Además, hemos investigado sobre los tipos de estufas de gas y sus diferencias y por qué necesitas centrarte en las características tales como: potencia, área recomendada, tamaño y peso, consumo de gas y sistema de seguridad. Y de entre todos ellos, nuestra primera elección, la del editor, es el Estufa de gas Orbegozo HBF 90 , que gracias a su sistema de llama azul y su potencia es ideal para calentar todo tipo de estancias.
№ | Nombre | Potencia | Peso | Gas | Evaluación | |
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1 | Estufa de gas Orbegozo HBF 90 |
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8.16 kG | Butano y propano |
9,9
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2 | Estufa de gas Sicar Eco45 |
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6 kG | Metano |
9,7
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3 | Estufa de gas Olimpia Splendid |
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405 G | Metano |
9,7
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4 | Estufa de gas Mobiclinic Nilo |
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14.5 kG | Butano y propano |
9,6
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5 | Estufa de gas Maurer |
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9.56 kG | Butano |
9,3
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6 | Estufa de gas Butsir Barrachina |
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3.25 kG | Butano |
9,1
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7 | Estufa de gas MR HEATER Portable Buddy |
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3.8 kG | Butano y propano |
8,8
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Si buscamos entre las mejores estufas de gas del momento, sin duda la Orbegozo HBF 90 es una candidata digna de destacar. Tanto como para que esta estufa sea nuestra opción del editor, por su buena cantidad de características. Entre ellas tenemos un sistema de llama azul, que genera una combustión libre de dióxido de carbono y que no causa los habituales dolores de cabeza o los olores desagradables propios de los productos de peor calidad. Gracias a su potencia de 4.200 vatios se sitúa en la parte superior del mercado, junto a opciones como la Sicar Eco 45 o la Maurer que analizamos más adelante.
Pero aquí no cesan sus funciones interesantes, ya que el modelo cuenta también con capacidad para funcionar con gas butano o propano, dependiendo de lo que necesites. El encendido funciona mediante el moderno sistema piezoeléctrico, que activa la estufa sin necesidad de usar mecheros y cerrillas. Un detalle de seguridad que se acompaña del detector de CO₂, que corta el funcionamiento de la estufa si la concentración es excesiva. También se corta la salida de gas si se detecta que la llama se ha apagado, completando un interesante trío de medidas de seguridad.
El modelo Sicar Eco 45 es una opción segura y eficiente cuando se trata de calentar tu hogar si no deseas una solución portátil y, a cambio, prefieres un modelo de calidad. Dentro de la seguridad, esta propuesta cuenta con tres medidas protectoras y que no siempre encontramos en las estufas de gas disponibles en el mercado. Entre ellas tenemos el sensor de CO₂, que corta la combustión si la concentración de gas excede lo seguro. También tenemos el termopar, que cierra el gas si la llama se apaga. Y para mayor seguridad, el sistema piezoeléctrico facilita el encendido. Medidas habituales en productos modernos, como la Orbegozo HBF 90 o la Olimpia Splendid, que veremos a continuación.
Una vez que el producto este activo, dispondremos una potencia de 4.000 vatios, suficientes para calentar estancias de hasta 110 metros cúbicos de volumen. Otra ventaja es su diseño, que se alimenta con gas natural y no con bombonas tradicionales. Así que no tendrás que preocuparte de ir cambiando bombonas con el uso. Además, su diseño es muy elegante y su peso de apenas 6 kilos, por lo que por estas medidas también se ubica entre las mejores estufas de gas para casa si no quieres un modelo demasiado grande.
A la hora de ahorrar espacio o de colocar una estufa de gas y que esta no destaque demasiado, conviene recurrir a soluciones como el modelo Olimpia Splendid 99827. Esta estufa cuenta con unas medidas de apenas 63 centímetros de altura por 40,5 de ancho y en torno a 13 centímetros de fondo. Algo idóneo para calentar la estancia sin que la estufa sea un estorbo ni ocupe demasiado espacio. Además, su planteamiento fijo y su instalación de pared también facilitan este cometido, disponiendo de patas o pudiendo montarse colgada, según prefieras.
Respecto de su potencial, el modelo llega a los 4.200 vatios de potencia, con tres niveles de intensidad regulables a 1.200 y 2.800 vatios, lo que no es habitual en otras estufas de gas, como la Orbegozo HBF 90 que abre nuestra comparativa. En cuánto a su alimentación, esta usa gas natural y emplea una instalación fija, lo que evita tener que manipular bombonas. El sistema de calentamiento utiliza la tecnología de infrarrojos e incluye un ventilador tangencial, que aprovecha mejor la energía y distribuye con eficacia el calor con más intensidad. Se completa con las medidas de seguridad clásicas, que incluye un detector de CO₂ y un termopar para cortar el gas si la llama se apaga.
Si quieres darle un toque de calor a tu terraza, velador o cualquier otra zona exterior, entre las mejores estufas de gas butano encontramos el modelo Mobiclinic Pro Nilo. Una solución con un sistema de seta, que se encarga de calentar eficazmente el entorno y extender posteriormente ese calor por la zona cercana al producto. Un cometido en el que este modelo despliega una potencia de hasta 13 kilovatios de capacidad calefactora. La buena noticia es que su regulador de temperatura facilita tanto el proceso de encendido como elegir cuan caliente quieres el entorno.
Por otra parte, además de la facilidad de su manejo, también es un producto muy fácil de mover, tal como pasa con la Mr Heater Portable, aun a pesar de sus medidas. Algo para lo que la estufa dispone de dos ruedas en la parte inferior, que junto a la forma del cuello de la estufa facilitan desplazarla a donde quieras, incluso cuando la estufa tiene la bombona en su interior. Ideal para colocarla donde necesites o bien guardarla cuando no la necesites utilizar.
Cuando buscamos entre las mejores estufas de gas para interior es obvio que los modelos con regulación de potencia se sitúan un paso por delante. Entre ellos tenemos esta propuesta de Maurer, que cuenta con un sistema de ajuste de tres niveles de potencia, de 1.400, 2.800 o 4.200 vatios de potencia, en función de lo que necesites y de la temperatura ambiental. Esto tiene la ventaja de ajustar el consumo de gas a la temperatura y no saturar el ambiente si no es necesario. De hecho, su consumo de gas es de 299 gramos por hora, así que se sitúa entre las mejores estufas de gas por calidad precio, tanto por su coste como por su consumo.
El producto también incorpora todas las medidas de seguridad necesarias para tu tranquilidad. Entre ellas tenemos el sistema de corte de gas si la llama se apaga o bien el detector de CO₂, que corta el funcionamiento si la concentración de gas es excesiva. Elementos que la sitúan a la vanguardia en seguridad como ocurre con los modelos de Meurer y Olympia que hemos visto ya. Tampoco falta el sistema antivuelco, que añade más tranquilidad a su uso. Algo a lo que también se suma el sistema de encendido piezo eléctrico, que ahorra problemas y tener que ir trasteando con cerillas o mecheros para su encendido.
Cuando hablamos de las mejores estufas de gas catalíticas, de llama azul o con cualquier tecnología con butano, generalmente tenemos productos bastante voluminosos y de gran tamaño. Pero también hay excepciones como el modelo Butsir Barrachina. Sus dimensiones son de apenas 38 centímetros de alto por 28 de ancho y 18 de fondo. Un espacio modesto pero suficiente para desplegar tanto la conexión a la bombona como una amplia zona de calentamiento de alta intensidad, capaz de generar hasta 1,5 kilovatios por placa y 3 kw en total, con un nivel de calentamiento similar al de las estufas convencionales y adecuado para estancias de unos 15 o 20 metros sin problemas.
Por si esto fuera poco, el producto tiene un consumo de gas de apenas 200 gramos por hora, por lo que sus bombonas duran de 10 a 14 horas, siendo una alternativa de menor consumo que la Orbegozo que abre nuestro listado. También es posible conectarla a bombonas de butano convencionales, aunque en este caso es necesario comprar aparte un adaptador. Para completar su diseño no faltan tampoco las medidas de seguridad habituales, tales como la válvula de seguridad para el gas o el analizador de atmosfera, con el que evitar concentraciones excesivas de CO₂ cuando se usa en interiores.
A veces, tener una estufa de gas supone hipotecar parte del espacio de la estancia. Sin embargo, para estancias de unos 20 metros cuadrados de extensión nada como soluciones como la estufa Mr Heater Portable Buddy. Este equipo tiene una potencia de hasta 2,4 kilovatios, aunque también se regula a 1,2 kilovatios, si lo precisas. Su funcionamiento emplea un sistema radiante que, a diferencia de lo que encontramos en las mejores estufas de gas de llama azul, genera un calor directo muy agradable y que calienta el entorno de manera eficiente.
Su alimentación se realiza mediante cartuchos portátiles de gas de 450 gramos, en un planteamiento similar a la Butsir Barrachina, y que ofrecen una autonomía estimada de unas 6 horas, dependiendo siempre del nivel de temperatura elegido. Esto tiene la ventaja adicional de convertir a la estufa en un modelo portátil y fácil de llevar o de colocar donde quieras. Algo a lo que ayuda un peso de 3,8 kilos, que junto a la bombona no llega a los 5 kilos en total. Si a esto le añadimos un asa de buen tamaño, no tendrás problemas para llevarla a donde quieras o bien moverla por cualquier entorno con comodidad.
La compra de una estufa de gas hoy día requiere de fijarse en diversos detalles. Como has visto en nuestra selección, la oferta es considerable y la variedad de modelos extensa, tanto por potencia como por alimentación, tecnología de calentamiento y otros muchos detalles más. Para que tu futura compra te sea más sencilla te dejamos nuestra guía para comprar la mejor estufa de gas, en la que incluimos los aspectos que marcan la diferencia al comprar uno de estos productos. Una información con la que te será mucho más fácil tomar una decisión acertada.
Una de las ventajas que tienen las estufas de gas es que su variedad de opciones existentes ofrece posibilidades que encajan perfectamente en todo tipo de necesidades. Algo para lo que su diseño, su movilidad y su autonomía de la red eléctrica son interesantes complementos. Además, las estufas de butano actuales funcionan tanto con gas propano como con butano, bastando una simple modificación para cambiar el tipo de combustible. La excepción son los modelos fijos, que funcionan con gas natural y con una instalación y conexión continua. Dicho esto, evaluamos los diferentes tipos de estufas disponibles hoy día.
Tradicionalmente, la estufa más clásica ha sido la que usa el sistema infrarrojo para generar calor. Esta funciona transmitiendo el calor mediante la radiación que genera la estufa en la zona de su pantalla y que se extiende a los objetos circundantes a la misma.
Estas ondas se obtienen mediante un panel cerámico, que es la parte que se calienta y la que genera esas ondas. Un sistema que tiene la ventaja de ofrecer un buen rendimiento térmico, de ofrecer estufas de gas de carácter económico y que son adecuados para diferentes usos. Eso sí, debemos tener cuidado con las superficies calientes que este tipo de estufa presenta, así como ventilar adecuadamente la estancia para evitar la acumulación de CO₂.
La estufa de llama azul tiene como ventaja ofrecer un calentamiento muy rápido y un consumo mucho más económico que otras soluciones. La principal diferencia es la forma en que el aire y el combustible se mezclan antes de su combustión. Este sistema permite generar una llama limpia, precisamente perceptible por su color azul y que, además de incrementar el rendimiento calorífico, también tiene como ventaja eliminar la emisión de dióxido de carbono propio del calentamiento. En consecuencia, además de calentar mejor, también se evitan los malos olores durante el funcionamiento de la estufa.
Las estufas de gas catalíticas son la opción más tradicional para calentar nuestro hogar y las que más frecuentemente encontramos en el mercado. Su funcionamiento se basa en un panel que, por radiación, calienta los objetos y el aire circundante a la estufa, en un planteamiento similar a la radiante. Sin embargo, gracias al sistema catalizador integrado esa reacción se realiza a menor temperatura, reduciendo el consumo de gas e incrementando la seguridad en caso de contacto con el producto.
En consecuencia, es una opción muy segura por prescindir de las superficies altamente calientes que causan los modelos infrarrojos convencionales. Estos pueden suponer un riesgo para los niños o los animales domésticos, evitable con este sistema. Y todo ello sin que varíe su capacidad de calentamiento, aprovechando igualmente para reducir el consumo de gas durante su uso.
A la hora de comprar una estufa de gas son muchas las cuestiones que debes considerar. Aunque nosotros ya lo hemos hecho, si quieres echarle un vistazo al mercado, te dejamos nuestra guía de compra. En ella encontrarás las características de estas estufas de gas que resultan más importantes a la hora de elegir un modelo concreto y con las que te será fácil elegir el producto perfecto para calentar tu hogar y disfrutar de agradables sensaciones.
La potencia es un elemento fundamental a la hora de elegir una estufa de gas de calidad y que sea adecuada para ti. En líneas generales, podemos clasificar las diferentes estufas del mercado en tres grupos diferentes. El primero sería el formado por los productos de unos 900 hasta los 1.800 vatios de potencia. Estos resultan adecuados para estancias pequeñas y donde no haya mucha ventilación o salida del aire, así como poco tránsito de personas.
Por su parte, los modelos desde los 1.800 hasta los 2.500 vatios son útiles para estancias de mediano tamaño o zonas pequeñas con bastante ventilación o tráfico de gente. Finalmente, todas las estufas de gas que superen esta potencia de 2.500 vatios son las más recomendables para calentar las estancias de mayor tamaño, con más ventilación o en las que se abran y cierren las puertas con mayor frecuencia.
Si estos modelos se te quedan cortos, siempre puedes recurrir a las estufas de gas de carácter industrial, con potencias que llegan a los 8.000 vatios. Estos modelos son ideales para calentar estancias de gran tamaño o para su uso en terrazas o veladores, siendo los mismos productos que estamos acostumbrados a ver junto a las puertas de bares y cafeterías. No obstante, son soluciones que también tienen usos domésticos, como hemos comentado. Si quieres saber más puedes calcular tus necesidades con esta calculadora de calefacción online.
Alineado con el parámetro anterior, es obvio que la potencia influye considerablemente en el área recomendada que puede calentar cada modelo de estufa. En términos de metros cuadrados, las de 900 a 1.800 vatios serían adecuadas para espacios de hasta 15 metros cuadrados, donde ofrecen un rendimiento adecuado sin sobrecargar mucho el ambiente. Respecto a los modelos 2.500 vatios, su aplicación es idónea en estancias de 15 a 25 metros cuadrados. Y si necesitas más potencia, la solución son los modelos más grandes. Como referencia, una estufa de gas de 4.200 vatios es adecuada para calentar habitaciones de unos 35 a 40 metros cuadrados aproximadamente.
Una de las ventajas que tienen las estufas de gas es que son dispositivos móviles, por lo que deben ser fácil de llevar de una estancia a otra conforme a tus necesidades. Pero para que esta función resulte realmente efectiva es clave que el producto tenga un peso y un tamaño adecuados. Empezando por el peso, es conveniente elegir soluciones ligeras, sin olvidar que al propio peso de la estufa tenemos que sumarle el de la bombona de gas que la alimenta, que puede llegar a los 26,5 kilos si sumamos el envase y el gas que contiene en su interior. Por su parte, las llamadas bombonas ligeras pesan unos 20 kilos, que también es una carga considerable.
Una sección aparte merecen los productos fijos, que, en este caso, se instalan generalmente anclados a la pared y se alimentan con gas natural. En este caso el peso no importa tanto, por lo que lo fundamental será tener en cuenta las medidas del producto, como veremos en el siguiente apartado.
Cuando se trata de elegir una estufa de gas, conviene que esta encaje adecuadamente en nuestro espacio. En el caso de las estufas de gas móviles, dado el tamaño de la bombona, no es un aspecto en el que haya grandes diferencias, especialmente en el ancho y el fondo de la estufa. Pero si tienes que mover la misma por pasillos estrechos o zonas en las que el espacio no abunda, nunca está de más revisar las medidas. En los modelos de pared el problema se reduce, por el tamaño compacto de estos modelos. Eso sí, no dejes de verificar las mismas para comprobar que las dimensiones encajan donde quieras montar la estufa.
Aunque el gas no tiene un precio tan elevado como el de la electricidad, es cierto que el consumo es otro de los aspectos que debemos evaluar antes de comprar una estufa de gas. En este caso es obvio que aquellos modelos con una mayor potencia siempre tendrán un consumo más elevado, del mismo modo que un coche con más caballos de motor necesita de más consumible. Algo que también debemos hacer con los productos de un mismo tipo (infrarrojo, llama azul o catalítica), pues cada uno de estos sistemas emplea una cantidad diferente a los demás.
Así que, a la hora de economizar en el consumo de gas y alargar la vida de tu bombona, la idea es comparar aquellos modelos que tengan una potencia muy similar y saber cuál es el que ofrece menor consumo de gas. En general, una estufa de llama azul tendría el menor consumo de los tres sistemas mencionados, seguida de las propuestas que utilizan la función catalítica para calentar. Finalmente, el menos eficiente de los tres sistemas sería el infrarrojo.
En la actualidad, las estufas de gas son productos que han evolucionado de forma considerable. Esto ha afectado especialmente a las medidas de seguridad que estos productos incorporan, que hoy día te ofrecen toda la tranquilidad que necesitas durante su uso. No obstante, no está de más revisar qué medidas concretas se incluyen en cada producto y elegir uno que ofrezca las opciones más completas para protegerte.
Entre los sistemas imprescindibles tenemos dos. El primero es termopar integrado, que corta el flujo de gas en caso de que accidentalmente se apague la llama de la estufa. Un sistema que impide una concentración de gas en el ambiente que pueda ser peligrosa en caso de que salte una chispa en ella. El segundo es el detector de CO2, que analiza el ambiente e interrumpe el funcionamiento de la estufa en caso de que la concentración de dicho gas exceda lo recomendable. Algo fundamental para nuestra seguridad.
Otra medida de seguridad interesante es contar con un sistema de encendido piezoeléctrico. Este genera una chispa en el panel de calentamiento y elimina la necesidad de usar cerillas o mecheros, dándonos más seguridad y comodidad a la hora de activar la estufa.
Durante un tiempo fue necesario escoger entre estufa de gas de butano y de propano, pues sus funcionamientos eran diferentes. Sin embargo, hoy día esto ya no es necesario. Actualmente, casi cualquier estufa de gas puede utilizar ambos combustibles con solo hacer una pequeña modificación o incluso sin necesidad de modificar nada, tal como ocurre en los modelos más modernos. Respecto de la elección, el butano tiene la ventaja de ser más fácil de encontrar, mientras que el propano generalmente es algo más limpio en la combustión. De todos modos, tanto por precio como por rendimiento hablamos de combustibles casi análogos.
En este caso la respuesta es más sencilla: la estufa de gas es la opción más recomendable. Son muchos los motivos entre los que tenemos el económico, dado que el gas es más barato que la parafina, o la seguridad, que se incrementa al no tener que manipular combustibles en el caso del gas. Todo ello sin olvidar que las estufas de parafina no pueden moverse con facilidad, por carecer de ruedas. En consecuencia, nuestra recomendación es que compres una estufa de gas.
Si nos atenemos al aspecto económico, el gas sería la opción ganadora, especialmente considerando los precios actuales de la energía. No obstante, aquellas personas a las que les cueste manejar las bombonas de gas o que deban mover la estufa con frecuencia, como a nuestros mayores, seguramente les convenga una estufa eléctrica, puesto que no precisa de mantenimiento y es más ligera en caso de que haya que moverla por casa.
La principal diferencia entre la estufa catalítica y la de llama azul radica en la forma de calentar que tiene cada producto. La catalítica caliente los objetos y el aire, aunque de forma indirecta. Sin embargo, la de llama azul calienta directamente el aire, lo que se traduce en un proceso más homogéneo y rápido. Además, como consecuencia adicional, las estufas de llama azul calientan algo más con menor consumo y generan menor cantidad de humos, estando libres de CO₂.
Con todo lo comentado ya sabrás tanto lo que debes considerar a la hora de comprar una estufa de gas como los modelos más destacados del momento. Por si aún te queda alguna duda respecto de que modelo elegir te recordamos nuestros destacados. El primero es el Orbegozo HBF 90, una estufa de gas de llama azul con 4.200 vatios de potencia y que gracias a su sistema más eficiente reduce el consumo y los malos olores en la estancia donde funciona. Además, gracias a su carácter independiente puedes llevarla a donde quieras, incluyendo ruedas y asa para su transporte. Un planteamiento en línea con las mejores estufas de gas actuales y que también encaja con el del modelo Sicar Eco45. Esta alternativa de pared es ideal para su instalación en grandes espacios, ofreciendo un alto poder calorífico y una instalación integral alimentada por gas natural de notable eficiencia.