Poner una cazuelam sartén u olla al fuego con un chorrito de aceite de oliva y calentar a fuego máximo.
Salpimentar el pollo y sellarlo por cada lado durante varios minutos. Se pueden usar muslos, contramuslos o cualquier parte del pollo que se prefiera.
Una vez que el pollo ha cogido color, sacarlo del aceite y reservarlo.
En ese mismo aceite, añadir pimiento rojo, pimiento verde, cebolla y un diente de ajo pelado y laminado, todo picado del mismo tamaño. Sofreír a fuego medio durante unos minutos hasta que esté un poco pochado.
Añadir una lata de cerveza (330 ml), una hoja de laurel y dejar evaporar durante tres minutos.
Volver a meter el pollo en la cazuela, añadiendo también el jugo que ha soltado en el plato al guiso.
Mojar el guiso con agua o caldo de pollo/caldo de carne. Tapar y cocinar a fuego medio durante unos 30-35 minutos, dándole la vuelta a mitad de la cocción para que se cocine por todos lados.
Mientras se cocina el pollo, dorar una rebanada de pan y un puñadito de avellanas en una sartén con un hilito de aceite de oliva.
Cuando el pollo esté tierno y la salsa haya reducido bastante el caldo, pasar la salsa a una batidora con el pan y las avellanas doradas y tritúralo todo junto.
Volver a poner la salsa en la cazuela, añadir el pollo y cocinar a fuego suave durante 3-4 minutos.
Rectificar de sal si es necesario y listo, ya se tiene preparado el pollo en salsa de la abuela. La salsa tiene una textura espectacular y es ideal para mojar pan. Es una receta de toda la vida, con ingredientes sencillos pero con un sabor exquisito.